Un “servidor” es, básicamente, un ordenador como el que puede encontrarse en tu casa u oficina, pero con unas características especiales que dependen de su cometido.
Existen servidores dedicados a investigación médica, servidores para procesar las imágenes de las películas que luego vemos en el cine o servidores para almacenar y analizar grandes cantidades de datos como las matrículas de los coches que circulan por las carreteras.
En nuestro caso nos centramos en el servidor web.
El servidor web es necesario para que un sitio web se pueda ver en internet, básicamente es la máquina dónde está almacenada tu web y a la que preguntan otros dispositivos (ordenadores, móviles, tablets) de cualquier parte del mundo cuando quieren acceder a tu sitio web. Ésta máquina atiende esa petición, genera el sitio web y envía todos los archivos necesarios para que pueda ser visualizada, sin esta máquina funcionando de forma continua, la web no podría ser visitada.
¿Entonces por qué muchas veces hablamos de hosting o alojamiento web?
Un servidor web actual puede atender del orden de 100.000 visitas en un día, pero habitualmente las visitas a muchos sitios web son inferiores. Para no derrochar recursos y además ahorrar, los servidores se fragmentan en varios hostings de modo que pueden gestionar al mismo tiempo distintos sitios web dónde cada uno paga su parte y obtiene recursos en función de la parte contratada.
Un centro de datos contiene servidores web, y un servidor web contiene hostings o alojamientos web.
Los servidores web deben tener las siguientes características:
- 24x7x365-6: La máquina tiene que estar preparada para funcionar las 24 horas del día los 365 días del año y ser fácil cambiar rápidamente un componente si este falla.
- Microprocesador muy rápido: De última generación, de este modo puede ser el más rápido preparando el sitio web.
- Bien de memoria RAM: Cuánta más mejor, aunque es muy cara y el nivel óptimo de memoria RAM dependerá de la carga del servidor.
- Disco duro de capacidad media pero rápido y seguro: En servidores web se suelen usar discos duros SSD de nivel empresarial, estos dan velocidades de hasta 1200Mbps (Comparados con los 32Mbps que da un disco duro clásico o los 300Mbps de un SSD habitual). También se usa el sistema RAID para que la información esté duplicada en varios discos, de este modo si falla uno la información no se pierde y puede ser reemplazado, además multiplican la velocidad la velocidad a la que se accede a los datos.
- Monitorización: Requiere personal cualificado 24×7 que monitorice la actividad del servidor y pueda actuar en caso de que exista algún problema en su hardware o software.