En serio, no lo hagas, puede parecer que un poco de música pueda aportarle un toque distintivo a tu web, y lo hace, pero por la forma en la que navegamos y la forma en la que un usuario se relaciona con internet, que de repente aparezca música suele ser molesto.
Tenemos que empezar viendo la web como el medio que es. Cuando encendemos la radio queremos escuchar sonido, y eso es lo que se espera de una radio, que la encendamos y suene. Lo mismo ocurre con la televisión, al cambiar de canal esperamos obtener una experiencia basada en el sonido y el vídeo. Pero la web es una hibridación de géneros, dónde tenemos que saber respetar las distintas formas de interacción con el usuario, y hoy por hoy, que al abrir una web suene música de forma automática, no es lo más recomendable, no es lo que esperamos de la web.
La música puede molestar
Cuando navegamos por la web lo hacemos en circunstancias muy diversas: cuando nos relajamos al final del día, cuando estamos de fiesta, en el autobús, mientras trabajamos, por la mañana un día de resaca, solos, acompañados…. y de modos muy diversos: en un pc con varias pestañas, en una tablet, en el móvil…
Pongamos un supuesto. Estamos navegando por internet mientras escuchamos emocionados nuestro disco de Queen, está sonando Freddie Mercury – I Was Born to Love You , abrimos varias pestañas con unos resultados de búsqueda en Google sobre nuestras próximas vacaciones
Y de repente empieza a sonar de fondo en una web Madonna – La Isla Bonita . Madonna se superpone a Freddie Mercury, prueben el mix, es alucinante, escandalizaría a Lady Gaga.
Te arriesgas a que abandonen tu sitio
Habitualmente si decidimos colocar en una web esta música automática, pondremos alguna forma por la cual el usuario pueda parar la música. Habitualmente un botón con símbolo de altavoz, un ecualizador, un signo de play/pause, etc.
El botón para parar la música hay que buscarlo, el botón para cerrar la web lo conocemos muy bien y sabemos perfectamente dónde está.
Pero hay que tener muy en cuenta una cosa, los usuarios deben buscar estos botones en la web, y por muy visibles que los pongamos, el botón de cerrar la ventana siempre estará más a mano.
No da de por sí imagen de profesionalidad
De hecho a veces puede producir el efecto contrarío, una música mal usada puede dar una idea del «barroquismo» que tenían antes las páginas web. Del mismo modo que ya no usamos contadores de visitas, imágenes tipo WordArt, ni gifs animados, tampoco se usa habitualmente la música de fondo, y puede quedar como algo demodé.
Pero hay excepciones
En sitios muy concretos. Hay sitios que por su carácter pueden permitirse tener música: cuando no están orientados al gran público, cuando es lo que cabe esperar del sitio, cuando la experiencia es propiamente musical, etc.
Con sonidos muy concretos. Si solo usamos efectos de sonido que apoyen al relato producido por una web, por ejemplo si tenemos árboles cuyas hojas se mueven, no sería descabellado introducir un ligero y sosegado efecto de sonido que incluya viento y sonido de hojas secas crujiendo. El concepto aquí es que no sea algo invasivo.
Conclusiones
La música hay que disfrutarla…
http://www.youtube.com/watch?v=B9vvPQW9N1c
…pero siempre respetando las decisiones del usuario 🙂